Alberto, me cuesta escribirte sabiendo que ya no puedes leerme. Primero echamos de menos al amigo, a la persona incansable que fuiste, capaz de motivar a las piedras con tus palabras y con el ejemplo de tu entrega en el trabajo. Me quedo con tu generosidad, con el recuerdo de una persona buena en esencia y que no reparaba en darse a los que quería sin importar el precio que eso supusiera. Además de amigos me hiciste parte del proyecto de tu vida que fue y es MUNDUS. Gracias por ello, por contagiarme de tu sueño, por hacerme partícipe de él y por considerarme un hermano en este camino que recorrimos juntos.
Lo viviste y lo viví contigo con mucha intensidad con risas, con llanto, con momentos que no fueron fáciles, pero sobre todo con una ilusión sin medida que hoy sigo y seguimos teniendo intacta los y las que hoy participamos de MUNDUS. Gracias por este sueño que se ha hecho mayor y que sin ti nunca hubiera sido posible.
Ahora echo de menos al amigo que fuiste y al que sólo recuerdo hoy en las risas y en el codo a codo de una intensa vida laboral y personal juntos. Desde todo MUNDUS un abrazo sincero y cariñoso para su familia, intentando acompañarla en su dolor.
Alberto, hasta siempre compañero.
Quique Miana